Durante 3 días estuvo secuestrado
Era un 24 de agosto de 1963, el Real Madrid viajaba a Venezuela para disputar un pequeño torneo amistoso en la ciudad de Caracas, llamado “La Pequeña Copa del Mundo”. En aquel entonces, el club merengue contaba con los servicios de uno de los más grandes futbolistas de la historia, Alfredo Di Stefano.
El Real Madrid se hospedaba en el Hotel Potomac, en la habitación de Don Alfredo sonaba el teléfono, eran las 6 de la mañana y unos supuestos oficiales le comunicaban al jugador que debía bajar, ya que tenían que hacerle una serie de preguntas.
Di Stefano colgó, pensando que era una broma de alguno de sus compañeros de equipo, el teléfono vuelve a sonar y le piden que baje o de lo contrario lo irían a buscar a la habitación, a lo que él contestó: “Si quieren hablar conmigo, vengan a buscarme”.
Minutos después un trabajador del hotel donde se hospedaban todos los jugadores del Real Madrid, tocaba la puerta de la Saeta, acompañado de tres hombres uniformados que se hicieron pasar por policías. Su compañero Juan José Santamaría, quien estaba en una habitación contigua, se percató de la situación y le recomendó llamar a un representante del club, a lo que él se negó.
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“Me llevan por las escaleras, bajo y había un coche americano esperando ahí. Se sube adelante el chofer, uno se mete por la puerta, a mí me meten en el medio y el otro se mete por la otra puerta, me hacen un sándwich. Y me dicen: Alfredo, esto no es la policía, es un secuestro”, relató Di Stefano en su momento a la televisión española.
Durante 3 días estuvo secuestrado por la FALN (Fuerza Armada Liberal Nacional), eran un grupo de guerrilleros comandados por Máximo Canales, que buscaba la atención de los medios para dar a conocer su causa en el país.
La Saeta confesó, que durante las 72 horas que estuvo privado de su libertad, en ningún momento le hicieron daño, manteniéndolo en un apartamento lujoso de la capital.
Luego de haber pasado los 3 días, y que el grupo FALN cumplió con el objetivo de dar a conocer a nivel mundial su movimiento, lo liberan un miércoles en la Av. Libertador, cerca de la Embajada de España, donde el jugador pidió auxilio apenas llegó al lugar.
Ese mismo día, el Real Madrid debía disputar un partido contra el Sao Paulo de Brasil, donde sorpresivamente, tras un pedido de su entrenador, participó en el primer tiempo del encuentro.
Al terminar el partido, Alfredo Di Stefano tomó el primer avión a España para reunirse con su familia y dejar atrás esta amarga experiencia, que vivió uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol.
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Gráfica: eulixe.com
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