Cuba y Estados Unidos viven un conflicto bilateral politico desde hace más de 60 años que afecta la economía, la sociedad, y la educación. Debido a esto, ningún atleta cubano puede jugar en una liga norteamericana sin considerarse desertor. Cualquier deportista que se marchase perdía automáticamente la posibilidad de representar al país en cualquiera de sus equipos nacionales.
Noticias destacadas
Luis Paradela es, de manera indirecta,un caso único e histórico. Es considerado una de las promesas de ese país, internacional con su selección, y pertenece a la Universidad San Carlos de Guatemala. El conjunto académico se vio obligado a buscarle una salida tras confirmarse su descenso a segunda división ya que las normas locales de esta categoría dictan que no se puede jugar con futbolistas extranjeros.
Paradela destacó en la Copa Oro, pese al terrible rendimiento de su representación nacional , y despertó el interés del Reno FC, que no demoró en iniciar las negociaciones. Hace solo un par de semanas, el delantero obtuvo el permiso de trabajo estadounidense y, días después, su nuevo equipo lo incluyó en su página oficial.
El próximo partido de Reno será el 31 de agosto ante Portland Timbers 2, se presume que podría ser el debut del jugador. Apenas ocurra, se consumaría un momento histórico para el deporte. Sería el primer jugador cubano que juega en una liga norteamericana sin perder su derecho a representar a Cuba, ya que está convocado para los próximos encuentros ante Canadá en septiembre.
Si el conjunto estadounidense ejerce la opción de compra, ya se acordó que la AFC solicitaría a la Universidad San Carlos el pago de los derechos de formación al tener menos de 23 años.
Sería un porcentaje que cobraría el Inder (Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación), un organismo cubano, a nombre del Matanzas FC, club de formación. Es decir, pese a las limitaciones, Cuba recibiría dinero de EEUU pero de manera indirecta a través del club guatemalteco.